
Peinados en la Antigua Roma
Trenzas, rizos, tintes y recogidos se llevaron en diversos estilos a partir de las tendencias generadas por las influencers del momento.
En primer lugar, está la existencia de profesionales del peinado y el cuidado del cabello como fueron las ornatrices, las peluqueras de las mujeres, y los tonsores o barberos.
Lo habitual era llevar el pelo recogido sin contemplar la melena suelta.
Entre los estilos más antiguos se realizaban un sobrio recogido en un rodete sobre la parte alta de la cabeza, llamado tutulus. Un recogido que las antiguas romanas combinaban con lazos o tiaras para sostener el pelo.

Las mujeres de la corte de Augusto, el primer emperador de Roma, portaron un flequillo elevado con varias trenzas unidas en un rodete trasero.

Los rizos fueron tendencia y los peinados ganaron en altura, haciendo uso de utensilios como agujas, horquillas, armazones y complementos muy extendidos por entonces como las pelucas.

El uso de tintes en Roma se extendió por la llegada de esclavas germanas, una práctica empleada en mujeres con tonos rubios y pelirrojos y en hombres para tapar canas.
